Si has puesto tu casa a la venta en Tenerife (o lo estás pensando) seguramente te habrás preguntado: ¿cómo es posible que algunas viviendas se vendan rápido, incluso en menos de un mes, mientras otras pasan meses e incluso años esperando compradores? La respuesta no es solo suerte: detrás de cada venta rápida hay estrategia, preparación y decisiones acertadas. Aquí te contamos los factores clave que marcan la diferencia.
El precio lo es todo (o casi todo)
El factor más determinante para vender rápido es el precio. Un inmueble bien valorado y alineado con el mercado local atraerá visitas y ofertas casi de inmediato. Por el contrario, una casa sobrevalorada (aunque sea por un 5-10%) generará menos interés, quedará rezagada en los portales y puede “quemarse” a ojos de los compradores, que empezarán a preguntarse por qué nadie la compra.
Poner un precio realista no significa regalar tu vivienda, sino entender lo que vale según su zona, estado y comparables actuales. Aquí es clave contar con una tasación profesional o el asesoramiento de un agente experto en la zona.
La presentación cuenta (y mucho)
Hoy en día, la mayoría de los compradores decide si quiere visitar una casa a partir de las fotos que ve en internet. Una vivienda bien presentada, ordenada, limpia, luminosa y atractiva en fotos tiene muchas más posibilidades de generar interés.
El home staging (preparar y decorar la vivienda para que luzca mejor) ya no es solo para casas de lujo. Pequeñas mejoras, como pintar paredes, reparar detalles, despejar espacios o usar mobiliario neutro, pueden marcar una gran diferencia. La primera impresión, tanto online como en la visita, es determinante.
La estrategia de marketing marca la diferencia
No basta con poner la vivienda en uno o dos portales y esperar. Las casas que se venden rápido suelen tener detrás una estrategia de marketing bien pensada: buenas fotos, descripciones atractivas, difusión en varias plataformas, publicaciones en redes sociales, incluso campañas dirigidas a públicos específicos (como inversores, compradores extranjeros o familias locales). Además, un agente inmobiliario con experiencia puede tener ya contactos interesados antes de que la casa salga al mercado.
La flexibilidad del vendedor influye
Muchas veces, el motivo por el que una casa no se vende no es solo el precio, sino la actitud del propietario. Vendedores que están dispuestos a negociar, escuchar ofertas razonables o adaptar condiciones (por ejemplo, ajustando fechas de entrega) suelen cerrar operaciones más rápido. Por el contrario, quienes se mantienen inflexibles o no responden a las propuestas del mercado pueden perder oportunidades valiosas.
La demanda del producto y la zona importa
No todas las viviendas ni todas las zonas tienen la misma demanda. Un piso reformado en el centro de una ciudad turística puede venderse en días, mientras que una casa antigua en una zona poco demandada puede tardar meses. Aquí es importante conocer bien el mercado local, entender a qué tipo de comprador te diriges y adaptar tu estrategia a esa realidad.
Conclusión
Que una casa se venda en 30 días o en 6 meses no depende solo de la suerte: depende del precio, la presentación, la estrategia y la capacidad de adaptación del vendedor. Si quieres asegurarte de vender rápido y al mejor precio, no improvises: rodéate de profesionales que te ayuden a preparar, promocionar y negociar tu venta con éxito.
En ByZafiro te acompañamos en todo el proceso para que tu propiedad no se quede atascada en el mercado. Contáctanos y descubre cómo podemos ayudarte a cerrar la venta de forma rápida, segura y rentable.